Lucía Moreno Izco, psiquiatra: «Entre el consumo de tóxicos y un trastorno mental, a veces es difícil establecer cuál de ellos se inició primero y por qué».

ANA POUYMAYOU.-

Entre las consecuencias derivadas de la drogadicción, se encuentra el desarrollo de enfermedades mentales. Pero ¿cuál es la relación que existe entre droga y enfermedad mental? ¿Es la droga la que provoca la enfermedad? ¿O bien solo desarrolla algo que ya existía y lo agrava? Algunos se llegan incluso a preguntar si no es la enfermedad mental la que puede llevar a la drogadicción.

Lucía Moreno Izco, psiquiatra en la unidad de psiquiatría del Complejo Hospitalario de Navarra, responde a estas preguntas.

1.¿Cuáles son las enfermedades mentales que más se suelen asociar a las drogas? 

Además del propio consumo y los síntomas que de él pueden derivarse, que en sí mismos son considerados trastornos dentro de los sistemas de clasificación actuales como el DSM (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) o el CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades)las personas que consumen tóxicos tienen mayor probabilidad de padecer alteraciones del estado de ánimo, aumento en los niveles de ansiedad, trastornos conductuales e incluso trastornos mentales graves como psicosis y trastornos afectivos.

 2.¿Es el consumo de droga el que provoca la enfermedad o al revés, una enfermedad puede tener como efecto colateral la drogadicción?

Cuando existe comorbilidad entre el consumo de tóxicos y un trastorno mental, a veces  es difícil establecer cuál de ellos se inició primero y por qué.

3.¿Hay alguna droga en concreto más vinculada a una enfermedad mental?

En relación con la fisiopatología de los trastornos mentales, no podemos obviar referirnos a la interacción genético-ambiental, es decir, los factores ambientales (entre los que podemos encontrar el consumo de tóxicos y otros como la urbanicidad) modulan la predisposición genética de las enfermedades mentales. Se ha visto además, que el consumo de sustancias como el Cannabis, está asociado a un mal pronóstico en la esquizofrenia manifiesta y puede precipitar psicosis en sujetos con una vulnerabilidad pre-existente.

4.¿Cuál es entonces la relación  entre enfermedad mental y drogadicción?

En algunos casos se habla de factores de riesgo compartidos por ambos trastornos como la superposición de vulnerabilidades genéticas (es decir, la existencia de factores genéticos que pueden predisponer a una persona a que sea susceptible a ambos trastornos), la superposición de factores desencadenantes en el entorno (estrés, trauma…), la participación de regiones similares del cerebro (como la vía de la recompensa) e incluso que ambos padecimientos son trastornos del desarrollo, que a menudo comienzan en la adolescencia o incluso a una edad más temprana, que es cuando el cerebro experimenta cambios radicales en su desarrollo. La exposición temprana a drogas puede cambiar el cerebro aumentando el riesgo de sufrir trastornos mentales y al revés, cuando hay síntomas tempranos de un trastorno mental, puede ser indicación de mayor riesgo para el consumo de tóxicos más adelante. Y en ocasiones, también se ha observado que los trastornos mentales pueden conducir al abuso de tóxicos como una forma de “automedicación”.

5.Si se está ante un paciente que padece una enfermedad mental y consume drogas, ¿Cuál es el procedimiento a seguir?

El tratamiento inicial de este tipo de pacientes debería realizarse en los Centros de Salud Mental a través de una abordaje integral, farmacológico si fuera preciso así como psicoterapéutico y social, tratando de asegurar la abstinencia del consumo y trabajando la adquisición de una adecuada conciencia de enfermedad, necesidad de adherencia terapéutica así como, una vez lograda la abstinencia, prevención de recaídas.

6.¿Y si fuese a peor?

En el caso de producirse un agravamiento del cuadro psicopatológico, con imposibilidad de control a nivel ambulatorio, se podría proceder a un ingreso en la unidad de hospitalización (Complejo Hospitalario) para conseguir la estabilización psicopatológica.

7.¿Puede pasar que el ingreso en el hospital no de resultado?

Sí, puede pasar. En el caso de no poder alcanzar la abstinencia a nivel ambulatorio con agravamiento de la situación del paciente, podría realizarse un ingreso programado para desintoxicación en la unidad de hospitalización, realizándose igualmente una atención global del paciente y con continuación del proceso de deshabituación a nivel ambulatorio (en los Centros de Salud Mental y apoyo si fuera preciso de centros específicos para toxicomanías). Existe además en la red de salud mental de Navarra, un centro de día de drogodependencias, que realiza un abordaje del paciente en régimen de hospitalización parcial así como comunidades terapéuticas (ANTOX por ejemplo) para un tratamiento integral y más específico de este tipo de pacientes.

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