¿Qué tiene la música?

BEATRIZ CUETO.-  Después de observar a los chicos de Música sin Barreras es inevitable darse cuenta de lo bien que se desenvuelven en la actividad y de la facilidad que tienen a la hora de relacionarse entre ellos. No son muchos, pero son capaces de llenar la sala sólo con sus voces e instrumentos. Por eso nos preguntamos: ¿qué tiene la música?

Los beneficios de la música en discapacidades psíquicas son muchos y el uso de este arte en terapias está a la orden del día. Esto se debe a que la música fomenta la capacidad de expresión en personas con discapacidad y hace posible una mejor comunicación entre ellas. Además favorece la apertura emocional y, por lo tanto, un mejor acceso al lenguaje. Todas las actividades que requieren una cierta organización, como la música y el baile son las que más fortalecen las relaciones sociales. Científicamente, la responsable de la creación de vínculos a través de la música es una pequeña proteína que se produce y libera en el organismo: la oxitocina, más conocida como ‘hormona del amor y de la confianza’.

Hay algunos estudios que demuestran que al cantar la concentración de oxitocina en sangre aumenta. La hormona reduce el estrés, de manera que relacionarse e interactuar se convierte en una tarea más sencilla. En una clase de canto de treinta minutos aumentó la concentración de esta hormona en sangre, tanto en cantantes aficionados, como en cantantes profesionales.

Las personas con Síndrome de Down como Guillermo tienen una gran sensibilidad por la música y esta afecta principalmente al desarrollo de sus capacidades básicas, como la atención y la percepción de sonidos. Pero también afecta, de manera positiva, a la movilidad y al dominio del cuerpo en el espacio y en el tiempo, al estado de ánimo y a la comunicación.

Guillermo mueve sus manos como si estuviera tocando un tambor durante las actividades con Música sin Barreras

Guillermo mueve sus manos como si estuviera tocando un tambor durante las actividades con Música sin Barreras (BEATRIZ CUETO)

Para Lourdes Cuesta, responsable de ANFAS en Pamplona la música es un lenguaje universal y ofrece muchos resultados a la hora de utilizarse en terapia con personas con discapacidad intelectual.

“La música entraría en el lenguaje no verbal. Estamos viendo mucho progreso en las personas que forman parte de estos dos grupos de música que colaboran con Música sin Barreras. Les está sirviendo para muchas cosas, dar pasos hacia delante, no tener miedo escénico, estar más sueltos, tener la oportunidad de formar parte de un grupo, de un grupo musical, el hecho de hacer conciertos y estar encima de un escenario; para ellos está siendo una oportunidad que jamás en la vida habían tenido”, asegura. Además tambien destaca “que influye en las relaciones interpersonales, porque los chicos se sienten partícipes de algo grande”. Aunque está segura de que los voluntarios de Música sin Barreras también podrían contar todo lo que estas personas con discapacidad les están aportando.

Por eso Lourdes no dudó ni un segundo colaborar con Música sin Barreras. La idea que tuvieron los jóvenes voluntarios le gustó desde el principio, no sólo porque eran voluntarios de ANFAS, también porque con su proyecto cubrirían una necesidad que veía insatisfecha: “Me gustó la iniciativa de Música sin Barreras porque las personas con discapacidad intelectual y trastornos del desarrollo y sus familias no habían encontrado todavía un lugar donde sus hijos puedieran participar en una actividad musical. Una oportunidad así no me gustó, me encantó”.

Lourdes explica que “desde ANFAS y Música sin Barreras lo que se intenta inculcar es el sentimiento de pertenencia, la solidaridad, el que todos somos diferentes y todos podemos alcanzar aquello que nos propongamos”.

Making-of: Te regalo mi música

BEATRIZ CUETO.-  ANFAS acoge en su sede, desde 2010, las actividades de Música sin Barreras. Todos los miércoles de 17:30 a 19:00, miembros y participantes se dan cita en sus aulas para hacer lo que más les gusta: cantar, bailar y tocar instrumentos. Invierten muchas horas de ensayo para hacer posible un festival temático que tiene lugar todos los años. Lourdes Cuesta, responsable de ANFAS en Pamplona, nos abre las puertas de la asociación y nos hace partícipes de sus actividades con Música sin Barreras.

Repasamos en imágenes los lugares y las experiencias del rodaje del documental ‘Te regalo mi música’ y ponemos cara a todos los que lo han hecho posible.

Te regalo mi música

BEATRIZ CUETO.-  Guillermo tiene 25 años y una discapacidad: Síndrome de Down. María Teresa Sola es su madre y lleva veinte años trabajando con ANFAS . Explica que su trabajo ha estado ligado al mundo de las discapacidades desde que Guillermo está en su vida, para así poder luchar por sus derechos.

María Teresa describe a su hijo con una palabra: sensibilidad. “Guillermo no tiene ningún problema a la hora de relacionarse. Tiene una sensibilidad especial”, asegura. “Es un chico muy tranquilo, sensible y cariñoso, aunque no lo demuestre siempre. No quiere oir gritos en casa. Si los oye, llora; Se relaciona bien, pero en su mundo. No quiere que le molesten ni que le peguen ni que le empujen, porque él no lo hace”, añade. Su madre se refiere a esa sensibilidad como si de un sexto sentido se tratara: “Si algún chico le va a causar problemas, no se acercará, lo capta enseguida”, comenta.

Explica también que el Síndrome de Down no es, en absoluto, un problema para el día a día de Guillermo. “Es la discapacidad más conocida de todas, porque se nota. Salta a simple vista”, afirma. Además María Teresa habla del trato que reciben personas como su hijo por parte de la sociedad y asegura, que bajo su experiencia, se les trata con cariño y con respeto; y que tratarles de una manera diferente es lo que les hace sentir diferentes. “Al prinicipio cuando íbamos con Guillermo en la villavesa la gente dejaba los asientos libres para que se sentara. Pero Guillermo es una persona joven y va de pie como todo el mundo”, recuerda y mira a Guillermo con ternura. “Son personas adultas y capaces y así hay que tratarles”, culmina.

A pesar de que le cuesta muchísimo hablar, Guillermo es una persona autónoma. “Entiende absolutamente todo lo que hablamos. Cuando llega a casa y está mal se le nota, y ya se las ingenia él para expresarlo de alguna manera”, explica María Teresa. Nada le impide acudir a sus actividades semanales. Su madre se acuerda de cómo se ha desenvuelto perfectamente en todos los ámbitos de su vida desde que era pequeño. Guillermo tiene la costumbre de ir y volver solo de sus cursos y talleres. Además, en casa se encarga de hacer su cama, se viste y se ducha sin ayuda, ha aprendido a afeitarse y poner la mesa es su pan de cada día. María Teresa siempre ha querido que su hijo pueda valerse por si mismo, ya que, para nada, considera su discapacidad un obstáculo.

Guillermo disfruta con todo lo que hace, pero si hay algo que de verdad le entusiasma, ese algo es, sin ninguna duda, la música. María Teresa relata el inicio de la afición de su hijo y habla de Musical Tomás, una tienda de música de Pamplona que también imparte clases, y que ha sido un centro de formación para Guillermo durante cinco años. “Le gusta todo. Le hemos llevado cantidad de veces al Baluarte a ver conciertos. Ha visto cantidad de musicales, el último, el Rey León en Madrid. En casa busca vídeos musicales y se pone a bailar. No sé qué es, pero Guillermo tiene algo con la música”, dice intrigada. En ese momento, Guillermo, que escucha lo que dice su madre sin perder detalle, parece contagiarse con la palabra “música” y empieza a mover sus brazos con fuerza, como si estuviera tocando una batería imaginaria, su instrumento preferido.

La integración de personas con discapacidades físicas y psíquicas, así como la sensibilización de la sociedad con ellas son objetivos, que organizaciones de Pamplona como Música sin Barreras o Motxila 21 tratan de alcanzar a través de la misma herramienta: la música.

A raíz de la afición de su hijo, María Teresa planteó a su compañera en ANFAS, Lourdes Cuesta la posibilidad de que Guillermo y otros chicos como él trabajaran con la música en talleres que favorecieran su desarrollo personal. Al cabo de un tiempo, Lourdes conoció a los chicos y chicas de Música sin Barreras y María Teresa no dudó ni un segundo apuntar a su hijo a las actividades que empezaron a llevar a cabo.

Guillermo acude a sus citas con Música sin Barerras en ANFAS todos los miércoles desde hace un año. Durante sólo una hora a la semana se entrega por completo a su gran pasión. María Teresa asegura que nota a su hijo contento y tranquilo cuando va a ANFAS y otorga el mérito al ambiente y a los profesionales que trabajan en la organización: “La gente que está allí trabajando quiere muchísimo a estos crios y ellos lo notan. Lo notan y lo captan todo. Tienen unas antenas especiales”, dice ella.

La música para Guillermo comenzó siendo una afición y ahora también la utiliza como terapia. Música sin Barreras ha demostrado, con el caso de Guillermo, que con la música se obtienen buenos resultados. María Teresa explica como le resultaba algo impensable que su hijo actuara en un escenario. “No había manera de que se subiera a un escenario. Pero el año pasado en el festival de Música sin Barreras le daba igual tocar la batería, que cantar”, exclama. “Tienen algo especial estos chicos con la música o la música con ellos, no lo sé. Yo creo que sienten que se expresan a través de la música. Les encanta la actividad, les gusta mucho”, añade.Era muy tímido y no era capaz de subirse a un escenario. María Teresa está convencida de que la labor de Música sin Barreras ha ayudado a su hijo a superar sus miedos. Cuando era más pequeño, sus padres intentaron que actuara en una obra de teatro en el colegio y no lo consiguieron. Recordando esa escena, su madre parece resolver el misterio: “Guillermo ha vencido ese miedo porque ahora se trata de algo que de verdad le gusta”, explica.

María Teresa no sólo reconoce la labor de ambas organizaciones, Música sin Barreras y ANFAS sino que, por su experiencia, animaría a otros padres a hacer partícipes a sus hijos. Se muestra contenta con la iniciativa y orgullosa de su hijo, aunque si es verdad que le gustaría que el proyecto siguiera tomando forma. De esa manera, algún día, su hijo Guillermo conseguiría formar parte de un grupo de música profesional.

Música sin Barreras

BEATRIZ CUETO.-  Música sin Barreras es una asociación sin ánimo de lucro que nació a finales del año 2007 en Pamplona gracias a un grupo de estudiantes y voluntarios de ANFAS. La idea surgió a partir del continuo contacto de esos chicos con personas con discapacidad física e intelectual a través del voluntariado. Se dieron cuenta de que con la música no sólo podían facilitar su integración en la sociedad en la que vivimos, sino también favorecer su desarrollo personal.

El trabajo de la asociación empezó a dar sus frutos en el año 2012 gracias a la colaboración de otro colectivo similar de Pamplona, la Asociación Navarra en favor de las personas con discapacidad intelectual, más conocida como ANFAS. Puso a disposición de los creadores e integrantes de Música sin Barreras la posibilidad de llevar a cabo las actividades pertinentes en su sede. Lourdes Cuesta, Responsable de la asociación en Pamplona, se muestra muy a favor de la interacción entre ambas organizaciones. “ANFAS ayuda a Música sin Barreras y Música sin Barreras ayuda a ANFAS”, asegura.

Entre los valores en los que la Música sin Barreras pretende educar destacan: «el amor y el respeto como ejes principales; la solidaridad y la empatía con todos aquellos que no son tratados con justicia; y, por último, el compromiso y el idealismo para creer que formar parte de un mundo mejor es posible».

Su trabajo precisa de una única herramienta, la música. A través de  diversas actividades que se orientan, en su mayoría, a la puesta en escena de los festivales, parte más importante y caracterísitica de Música sin Barreras, según su director, Mikel Ostiz. Para él «representan el compromiso de la asociación de luchar por la integración y recoge el fruto del entusiasmo y del trabajo de los participantes». El contenido de los festivales se caracteriza por su variedad en cuanto a la temática y son los miembros y voluntarios que trabajan con la asociación los que deciden. El objetivo de la iniciativa es que sean conscientes de que disfrutan con lo que hacen y, al mismo tiempo, hagan disfrutar a su público; y de esta manera puedan sentirse útiles e importantes para los demás.

Festival de temática mexicana (LETICIA DE LAS HERAS)

Y es que, si hay algo que diferencia la labor de Música sin Barreras respecto a la de otras asociaciones es que los mismos chicos que reciben voluntariado ofrecen, al mismo tiempo, ese voluntariado a otras personas que también lo necesitan.

Festival de temática mexicana en una residencia para mayores (LETICIA DE LAS HERAS)

Además de los festivales, Música sin Barreras lleva a cabo otras actividades entre las que se encuentran: la preparación de los festivales en reuniones periódicas, meriendas y fiestas de cumpleaños, excursiones y salidas o jornadas de deporte. Las actividades se desarrollan siempre con un doble objetivo: la integración de sus miembros y, por consiguiente, la mejora  las relaciones que establecen entre ellos. Todo bajo un lema: “Porque tú eres importante simplemente por ser tú”.

Guillermo, participante en las actividades de Música sin Barreras con la camiseta de la asociación (BEATRIZ CUETO)