Agricultura ecológica en Navarra

A través de este trabajo hemos profundizado en el auge del comercio ecológico en la Comunidad Foral de Navarra. ¿Es mejor o peor? Abordamos esta pregunta crucial con el apoyo de expertos, datos oficiales de CPAEN, opinión ciudadana y ruta de compras.

En primer lugar entrevistamos a Alberto Lafarga, Jefe del Área de I+D+Experimentación en INTIA, sobre las diferencias en términos productivos entre la agricultura ecológica y la convencional.

También contamos con una entrevista a Ariane Vettorazzi, experta toxicóloga de la Universidad de Navarra para hablar del balance de riesgos entre ambos tipos de alimentos.

Los datos proporcionados por CPAEN (Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra) nos muestran la evolución de la agricultura y de la ganadería ecológicas en Navarra desde el año 2004. Además, el Gobierno de Navarra ofrece una serie de ayudas a la producción ecológica.

Por último, contamos con una ruta de tiendas ecológicas en Pamplona donde saborear productos de este tipo y la opinión ciudadana sobre este tipo de alimentos.

¿Ha llegado ya a responder si la agricultura ecológica es mejor o peor? Puede darnos su opinión.

 

Beneficio y riesgo, cuestión clave en agricultura

Paula Napal.-

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La gente cree que los alimentos ecológicos conllevan menos riesgos toxicológicos que los producidos de forma convencional. Sin embargo, la experta toxicóloga Vettorazzi nos aclara que a día de hoy esa afirmación no se puede corroborar. Explica que toda sustancia es proclive a ser más tóxica si se utiliza mal, y que en agricultura ecológica también hay factores de riesgo naturales.

Así, llegamos a la conclusión que desde el punto de vista de la toxicidad la agricultura ecológica no es mejor ni peor. No obstante, como ella señala, esta moda por los productos ecológicos es beneficiosa para encontrar el punto medio de equilibro y desde el punto de vista medioambiental.

 

Uno de los motivos por los que la gente consume productos ecológicos es porque creen estar expuestos a menos sustancias perjudiciales para la salud. Entrevistamos a Ariane Vettorazzi, experta en Toxicología por la Universidad de Navarra, para hablar de ello.

Hay algunas personas que creen que los alimentos convencionales conllevan algún tipo de riesgo, ¿qué opina como experta toxicóloga?
En primer lugar, un mensaje claro que quiero dar es que la comida que proviene de la agricultura convencional es segura, porque existen normativas europeas específicas para asegurarnos de ello, sino no podríamos estar utilizándola. La agricultura ecológica lo que tiene es ciertas restricciones, es más restrictiva, con respecto al uso de determinados compuestos, sobre todo relacionados con plaguicidas o con ciertos productos químicos sintéticos. Lo que ocurre es que siempre hay un balance entre el riesgo químico y el riesgo biológico o microbiológico. Es decir, hay sustancias que aparecen de manera natural en los alimentos, por ejemplo producidas por hongos, y, por ahora, la información científica que hay acerca de si la agricultura ecológica tiene más o menos toxinas producidas por hongos no es clara. Hay gente que ha encontrado que hay menos y gente que dice que hay más, son estudios muy ambiguos. Entonces respecto a la seguridad de los alimentos la agricultura convencional y la ecológica son iguales. No se puede decir que la convencional no es segura, en absoluto.

¿No ve entonces ningún beneficio que pueda aportar la agricultura ecológica?
Desde el punto de vista de la toxicidad la producción convencional no tiene ningún peligro. Sí que creo que la agricultura ecológica puede tener ciertas ventajas económicas, etc. Pero a día de hoy desde el punto de vista de la seguridad toxicológica hay menos riesgo por exposición a plaguicidas, pero no sabemos nada del riesgo con respecto a otros factores que podría acarrear la agricultura ecológica. No se podría responder en estos momentos si es mejor o peor.

Pero ha dicho que no usar plaguicidas reduce el riesgo químico, ¿no se podría considerar eso una ventaja?
Sí desde el punto de vista del riesgo químico sí. El problema es que hay que dejar muy clara una distinción que hacemos los toxicólogos: natural no es sinónimo de seguro. Las toxinas más potentes que existen son de origen natural, una de ellas es una toxina producida por un hongo que contamina el cereal que es el cancerígeno hepático más peligroso que existe en el hombre. Y es una sustancia natural. Hoy en día vivimos en una sociedad que cree que lo natural es sano, y que un aditivo es siempre sintético, y esto es un error. Por ejemplo, a mucha gente si le das a elegir entre el ácido ascórbico (Vitamina C) y un E-300 en el alimento elegirán Vitamina C, cuando el E-300 es la Vitamina C regulada por la Unión Europea explicándose cómo debe ser utilizada en los alimentos para que sea seguro. Entonces eso se debe distinguir muy bien antes de elegir un determinado tipo de agricultura. Porque muchas veces la Vitamina C, por ejemplo, puede ser sintetizada en el laboratorio o puede estar en una naranja, pero desde el punto de vista químico es la misma molécula, por tanto no hay diferencia. La agricultura ecológica debe cumplir la normativa europea de cómo producir alimentos. Obviamente se deben controlar muy bien los abonos, porque son más usados que en la agricultura convencional. Los abonos son también focos de infecciones microbiológicas. Puedes encontrar “E.coli” en un abono mal utilizado, y no olvidemos que es natural. Es un punto que hay que tener en cuenta siempre.

¿Entonces no hay ningún beneficio?
Respecto a seguridad alimenticia no. Respecto al desarrollo local o menor contaminación ambiental, al no transportar alimentos de un país a otro, sí. Pero también hay una desventaja: toda la agricultura ecológica que se vende a gran escala, rompiendo ese beneficio de la no contaminación ambiental. La agricultura ecológica cumple unos requisitos de no usar plaguicidas que son sintéticos y unas ciertas normativas de producción. Pero como he dicho no podemos responder a día de hoy si un alimento ecológico es mejor o peor que uno convencional.

La gente defiende, sin embargo, el mejor sabor de este tipo de productos, recogidos poco antes del momento de consumo.
Son ventajas que te ofrece la agricultura ecológica justamente por eso, porque si tu estas cogiendo un tomate en Navarra y lo consumes en Navarra lo coges casi en el momento de consumirlo. Si estás cogiendo una piña de otro país no estás recolectándola en el momento de maduración adecuado. Eso en la agricultura ecológica tiene una ventaja, está claro, pero no son aspectos de seguridad alimentaria sino preferencias del consumidor. Por eso creo que es necesario dejar claro qué es agricultura ecológica y qué es agricultura convencional, qué riesgos hay en cada tipo (microbiológicos y químicos), y que el uso adecuado de las sustancias es lo que hace que haya riesgo o no. El riesgo se mide en función de la toxicidad de un compuesto y de la exposición. Si es un producto muy tóxico pero no hay casi exposición, porque los límites permitidos son muy bajos, casi no hay riesgo. Así, utilizar un pesticida mal en la agricultura tiene riesgos, pero usándolo bien no los hay. Así como los pesticidas los aditivos: si los usas mal tienen más inconvenientes que ventajas. Siempre está el balance “beneficio-riesgo”.

Puede ser, Ariane, que la gente siente también miedo de que en unos años se descubra que alguno de los productos utilizados es tremendamente perjudicial para la salud.
Lo que quiero resaltar es que para utilizar un aditivo o un plaguicida tienes que tener una autorización. No es que se use el plaguicida y luego se evalúe el riesgo. Todo lo contrario: como son sustancias que ponemos deliberadamente en la comida tienes que o bien usar un aditivo regulado o, si quieres usar uno nuevo, demostrar en laboratorio su balance “beneficio-riesgo”. Si no aporta ningún beneficio que los que ya hay no te dejan utilizarlo. Tampoco si no se pueden saber los posibles riesgos para la salud. Se necesita la autorización de un organismo competente.

Pero habrá casos en los que esa autoridad falle.
Claro, pero porque la toxicidad de un compuesto está relacionado con su uso. Si usas mal un pesticida es muy tóxico. Un ejemplo muy claro: la gente cree que el agua no es tóxica, pero si bebes cinco litros de agua seguidos te mueres. Es lo que explicábamos antes de los límites de la toxicidad y la exposición. Salvo raras excepciones, en Toxicología decimos que la dosis es lo que hace al veneno. Hay venenos más potentes que necesitan menos dosis para ejercer su efecto tóxico. La agricultura ecológica lo que tiene es un beneficio ambiental, ya que al usar menos pesticidas estas poniendo menos pesticidas en el ambiente.

¿Entonces todos los alimentos son tóxicos?
Es uno de los motivos por los que hay que llevar una dieta equilibrada. Desde el punto de vista nutricional hay una serie de ventajas, pero también desde el punto de vista de la toxicidad. Estamos consumiendo contaminantes a dosis muy bajas, pero es imposible no estar expuestos a contaminantes: respiramos contaminantes por la calle, hay contaminantes que se forman de manera natural en la tierra…Estamos expuestos siempre, pero debemos no estarlo a dosis mayores de las consideradas como peligrosas. Repito, importa el balance “beneficio-riesgo”, “toxicidad-exposición”.

¿Por qué crees entonces que ha surgido esta moda de consumir productos ecológicos?
Porque, como en casi todo, el mal uso de pesticidas ha tenido efectos graves. Hemos pasado de una sociedad que se ha industrializado mucho (el uso de plaguicidas y pesticidas nos ha llevado a tener la agricultura que tenemos hoy en día) y ahora estamos pasando al otro lado. Yo creo que es muy bueno, porque cuando pasamos de un extremo a otro significa que estamos más cerca de dar con el punto medio. La agricultura ecológica es una moda más de las tantas que vamos pasando, pero creo, sin lugar a dudas, que es beneficioso para la sociedad que haya consumo ecológico.

Subvenciones del Gobierno de Navarra

Gráfico subvenciones

 

En este gráfico podemos observar la cantidad (en euros) que da el Gobierno de Navarra por cada hectárea de cultivo ecológico en los distintos tipos de cultivos. Por tanto, vemos que los más subvencionados son los de arroz, los productos de invernadero y los frutales. En comparación con el producto menos subvencionado (los pastos) la diferencia es de hasta 6 veces mayor.

Como curiosidad, la vid y el olivo, producciones de calidad en Navarra, reciben una ayuda de 265 y 315 euros respectivamente por cada hectárea dedicada a este cultivo.

Estas ayudas se corresponden con datos de mayo de 2013. Sin embargo las previsiones para el año próximo son desalentadoras, y así se hace saber en el Boletín Oficial de Navarra:

“La situación económica ha empeorado en el último año y se prevé una reducción de ingresos para el ejercicio 2013, por lo que ha sido necesario, con objeto de cumplir los objetivos de estabilidad financiera, adecuar la norma en función de la reducción presupuestaria prevista, anulando, por un lado, determinadas convocatorias de ayudas para las que no existían concesión plurianual, liberando los gastos autorizados y modificando para otras convocatorias de ayudas el importe autorizado de gasto. Procede modificar los importes autorizados de gasto relativos a las prórrogas de concesiones que finalizaban en 2011 de las ayudas a la Agricultura Ecológica, a la Ganadería Ecológica y a las Razas en Peligro de Extinción, incluidos en los puntos 4.º, 5.º, y 6.º del ordeno de la Orden Foral 161/2012”

Evolución de la ganadería ecológica en Navarra

Gráfico ganadería

 

Este gráfico muestra una tendencia al alza del número de animales criados bajo unas condiciones consideradas ecológicas. Para interpretar los datos, debemos tener en cuenta los elementos que han entrado en la estadística: carne de oveja, caballo, cabra y vaca, animales dedicados a dar leche (vacas y ovejas), aves ponedoras de huevos y abejas (número de colmenas).

En cuanto a la interpretación, vemos una estabilización hasta el año 2006, momento en el que casi se duplica el total de animales (de 3.377 a 6.206). Este aumento se prolonga hasta el año 2009 con un total de 7268. A partir de entonces la gráfica se estabiliza, notándose de nuevo una subida pronunciada en el año 2013 (9.592 cabezas de ganado). El aumento en los primeros años se debe al aumento de razas de animales que entran en el recuento: aves y caballos.

En resumen, del año 2004 al 2013 se ha más que triplicado el número total de cabezas de ganado en régimen de producción ecológica. Podemos presuponer entonces que ha habido un aumento de la demanda de este tipo de productos que ha hecho esta clase de producción más rentable.

Además, debemos mencionar que a partir de 2009 se tiene en cuenta la acuicultura (dato que no aparece en este gráfico pero que puede consultar en la página de CPAEN).

Fuente: www.cpaen.org

Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra (CPAEN)

Evolución de la agricultura ecológica en Navarra

GRÁFICO 1

 

En este gráfico observamos la evolución de la superficie de cultivo ecológico desde el año 2004 hasta el 2013. Como podemos observar los datos desde 2004 a 2009 vemos un aumento lento y progresivo del número de hectáreas (de 29.041 a 30.842). sin embargo, a partir de ese año hasta 2011 hay un pico muy elevado, pasando a 73.432 hectáreas. Desde hace dos años hasta ahora (esperando las cifras del presente año) el número se ha mantenido e incluso descendido a 51.259 hectáreas.

No es un descenso demasiado pronunciado, teniendo en cuenta que desde la primera estadística en el año 2004 hasta el año pasado casi se ha duplicado el número de hectáreas dedicadas al cultivo ecológico. El descenso del año 2012 a 2013 podemos suponer que se debe a varias causas: la falta de rentabilidad del cultivo ecológico con respecto al convencional, al ser el precio unitario para el consumidor más caro un descenso de la demanda o debido al recorte en subvenciones. No obstante deberemos esperar a siguientes estadísticas para saber si este descenso es un dato puntual o una tendencia.

Fuente: www.cpaen.org

Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra (CPAEN)

Agricultura ecológica, una motivación ideológica

Paula Napal.-

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Alberto Lafarga, Jefe del Área de I+D+Experimentación en INTIA (Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias) nos habla de las diferencias productivas entre la agricultura convencional y la ecológica, con el fin de llegar a una respuesta clara que nos haga decidirnos por un estilo u otro en términos económicos.

La mayor diferencia entre un sistema de producción y otro son las técnicas de cultivo. La agricultura ecológica “utiliza abonos orgánicos y abonos verdes en algunos casos, además de rotaciones con leguminosas”. Además se prescinde de los fitosanitarios y herbicidas para el control de plagas y malas hiervas, apostando por las técnicas preventivas.

Por otro lado, en términos económicos, los productos ecológicos ven un aumento de su precio debido esencialmente a dos razones: al no usar tantas máquinas sube el coste de la mano de obra y el rendimiento de la producción es menor. Así, vemos que el modelo ecológico no es escogido por sus beneficios económicos, sino más bien ideológicos. Estas y otras diferencias en la entrevista completa.

 

Entrevista a Alberto Lafarga, Jefe de Área de I+D+Experimentación en INTIA (Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias)

¿Hay alguna diferencia de maquinaria o herramientas en la producción de agricultura ecológica y la convencional?
Toda maquinaria es susceptible de utilización en ambos sistemas. Tanto maquinaria de laboreo como de tratamientos. Esta última debe ser de uso exclusivo para las parcelas de ecológico en aquellos casos que la explotación tenga parcelas en ecológico y convencional.
Existen prácticas ecológicas como los deshierbes mecánicos que apenas se usan en convencional. Hablamos de rastras de dedos flexibles para cereales (también otros cultivos de cubierta total) o incluso de escardadoras para cultivos entre líneas. Y hay precisamente una demanda de los agricultores ecológicos del desarrollo de todo tipo de maquinaria para manejo en pequeñas explotaciones, a pequeña escala, más manualmente y no sobre grandes tractores como son los desarrollos actuales.
La maquinaria de agricultura de conservación, mínimo laboreo, siembra directa, cubiertas vegetales, etc. está muy desarrollada para cultivos extensivos y plantea graves problemas en el sistema ecológico, a pesar de ser buenas prácticas para el manejo sostenible del suelo. En horticultura tienen más sentido e intentan desarrollarse al máximo, aunque se enfrentan al problema de la compactación, haciéndose necesario el uso de máquinas para la descompactación de suelos, como arados y subsoladores específicos.

¿Y hay alguna diferencia en cuanto a técnicas de cultivo?
Todo es bastante diferente en el sistema ecológico. Algunas técnicas de cultivo no son compatibles con la agricultura ecológica, como es el caso de las técnicas de hidroponía, pero otras como acolchados, conformación de mesetas, sistemas de riego, etc, son útiles en ambos sistemas. Otra cosa es que alguna no se realice por estrategias comerciales. Por ejemplo una desinfección de suelo con biofumigación y solarización no pueda ser operativa en convencional por el espacio de tiempo que la parcela está «improductiva» y la premura de los calendarios de siembra o plantación.
Sin embargo las técnicas de siembra o plantación no tienen porqué ser demasiado diferentes. La fertilización en ecológico es totalmente distinta. Se utilizan abonos orgánicos y abonos verdes en algunos casos, además de rotaciones con leguminosas.
Por otro lado el control de malas hierbas es manual o con máquinas como las ya citadas, mientras que en convencional es con herbicidas, y el control de plagas y enfermedades se realiza con algunos productos autorizados, pero especialmente con técnicas preventivas, buscando que la salud del cultivo sea su protección. En convencional son los fitosanitarios la solución.

¿Pueden estas diferencias (si las hay) suponer también un cambio en el presupuesto total? Es decir, si sale más caro o más barato (si las tiene, algunas cifras) cultivar ecológicamente.
La variable que más afecta a la rentabilidad es el rendimiento de los cultivos, que en ecológico es normalmente inferior a en convencional, especialmente en extensivos. No tengo datos de costes de producción, pero en convencional se pueden utilizar más insumos en cuanto a fertilizantes y en ecológico en ocasiones es mayor el coste de mano de obra. Por todo ello el precio de venta ha de ser claramente superior para que pueda ser rentable para el agricultor. Es muy importante que el ecológico vaya ligado a cadenas cortas de distribución de modo que el precio percibido por el agricultor permita su rentabilidad.

Y en cuanto a la recogida de alimentos: ¿Hay alguna diferencia de tiempo de maduración de los alimentos entre un tipo de producción agrícola y uno convencional?
No debería existir, pero en ocasiones la recolección de algunos productos de agricultura convencional (hortofrutícolas) pueden tardar más en madurar en función del manejo de fertilizantes realizado (exceso de nitrógeno) que retrase la maduración. Pero esto pudiera ocurrir también en ecológico si se han producido enmiendas orgánicas inadecuadas. Pero sobre todo ambos sistemas están sujetos a las características varietales, climatología, técnicas de cultivo (podas por ejemplo, manejo de un invernadero) o manejo de riegos.
Otra cosa es la calidad intrínseca de los productos recolectados, que debería realizarse en su momento óptimo de maduración, pero las estrategias comerciales y el tiempo de transporte a destino en ocasiones impide hacerlo. Por eso es una ventaja la cadena corta, más vinculada al producto ecológico.

¿Y en la cantidad de productos recogidos?
A nivel general, es posible incrementar la producción en convencional frente a la ecológica, realizando técnicas de producción muy intensivas (con incremento de insumos). Algunos cultivos en convencional son más productivos que en ecológico, como en el caso de cultivos extensivos, pero en otros casos, como en muchos cultivos hortícolas, y en explotaciones con un adecuado nivel de fertilidad del suelo, las producciones son similares.
Otra cosa es que se busquen aspectos cualitativos sobre los cuantitativos, pero esto es válido para ambos sistemas. En ocasiones menos producción, pero de más calidad (esto lo dicta el mercado al que va dirigido) puede ser más rentable.

Si considera que dejamos algún aspecto importante al que sea necesario hacer referencia, explíquelo.
En mi opinión como consumidor, no sólo porque un producto lleve etiqueta de ecológico debe ir con todos los parabienes. En ecológico también se produce y se vende productos de segunda o de tercera categoría, y que sin embargo parece que por el hecho de que es ecológico ya tiene calidad. Se debe y se puede exigir un producto de calidad en todos los sentidos (también visual) porque es factible producirlo.

En resumen, desde su perspectiva profesional: si un agricultor estuviese en la disyuntiva de si dedicarse a la producción ecológica o no: ¿se lo recomendaría?
Es una decisión del productor. Técnicamente es perfectamente factible producir en ecológico, al igual que en otros sistemas. La tendencia actual es ir a una agricultura más racional en el uso de insumos y debe ser el agricultor profesional el que tome la decisión llevado por diversos criterios: convicciones personales, económicas, medioambientales, etc.
El sistema ecológico juega un papel importante en la cultura agronómica y es el marcar una dirección hacia la sostenibilidad y poner el acento en la responsabilidad medioambiental de cualquier sistema de producción.
Hoy por hoy creo que para hacer agricultura ecológica es necesario tener una sensibilidad medioambiental y participar en alguna red.